Me
diste miles de razones para amarte y solo una para olvidarte.
Me
diste dulces besos, sueños húmedos, caricias desesperadas, tiernas miradas,
pasiones desatadas, y otras miles de razones para amarte.
Me
diste expectativas, ilusiones y anhelos, me diste tu hombro cuando necesite
consuelo, me diste confianza cuando perdía la fé, y otras miles de razones para
amarte.
Pero
desapareciste y te llevaste todo, pediste distancia y te alejaste de mí, así
sin más, como si nada existiera te tuve y perdí.
Me
diste miles de razones para amarte, si, pero tu indiferencia a este amor fue
suficiente razón para querer arrancarme todo lo que me diste y querer nada más
que olvidarte.
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