El peligro de entregar el amor es que tienes que confiar,
confesar tus secretos, tus sueños e incluso tus miedos,
una estupidez, yo sé, pero pasa.
Yo por ejemplo, que me equivoque tan solo una vez y bueno,
me han hecho pedazos.
Pero aún con todo y eso no perdí las ganas de vivir,
o de amar y voy a hacer que se note;
más ahora que ha llegado diciembre,
hay que aprovechar....
He tenido la suerte de toparme
con un par de personas que me quieren para mucho mas que un ratico,
lástima que sea yo la que siempre va de paso.
Tan solo una vez existió un lugar
en el que me hubiera gustado quedarme,
pero estaba ocupado,
así de triste mi vida, demasiado imprudente y cruel.
En fin, ya no cometo los mismos errores,
voy a disfrutar de los placeres que me da diciembre,
con unos cuantos cafés, algunos libros y algún otro elegante desacierto.
Ya llegó diciembre,
época de envolver el corazón roto
en un bonito papel de regalo
y que encima te lo agradezcan.
