miércoles, 15 de octubre de 2014

NAVEGANDO SIN RUMBO CONOCIDO


No hace falta que no escribas, puedo recordar que no existo,

me has mandado a la mierda sin palabras, y por extraño que parezca

hasta te lo agradezco.

 

Nunca vi venir al amor, fuí estúpida lo sé,

Nunca lo vi formarse a futuro y por supuesto nunca lo vi partir

la ecuación es sencilla, nunca hubo.

 

Soy de las que siempre lleva una sonrisa puesta,

la que llevo ahora la he bautizado en tu nombre, si se llama OLVIDO,

lo peor de todo es que tengo que darte las gracias, carajo!

Lo que me faltaba era estar agradecida contigo.

 

Pero es que gracias a este naufragio he aprendido a subir a mi nave a menos personas,

A llegar a tiempo a mis clases de análisis del comportamiento humano,

A entender que en efecto después del amor sigue el odio, el de uno mismo.

Y de que nadie tiene derecho de pisar tus ilusiones a menos que cuente con tu permiso.

 

Eras un cobarde, solo te acercaste a mi para comprobar mi debilidad,

Y yo toda una apasionado que al igual que Collodi, intenté dar vida a mi Pinocho,

Y resultó que a este, no le crecía la nariz mientras mentía, al fin y al cabo,

no puedes pedir que tenga sentimientos un juguete, no?

 

Ahora es tiempo de seguir navegando, el capitán de mi barco trae cafés, fresas y chocolate,

sudaremos todo el ibuprofeno que me queda en las venas y sonreiremos a la luz de luna

hasta que sienta que me agota el sueño, después de sentirme libre, salvaje y descontrolada en sus brazos.

 

 

 

 

 

 

 

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