El acostumbra a llegar siempre tarde, creo que
entre lo que tarda en venir y lo puntual que he sido yo, un día hemos de cruzar
de nuevo nuestras vidas y el mismísimo tiempo se quedará sin palabras.
Por allí dicen que el amor no duele y eso es porque
no les hace falta el suyo, él hace el amor en la forma perfecta del dolor, es
precioso, pero no aniquila, los demás son aguijonazos que más bien apuntan a la
cabeza y distan mucho de penetrar el corazón como lo hizo él conmigo.
Cuando me ataca la tristeza de lo imposible, me
meto con tanto placer que me la encajo toda, me emborracho y me consumo sin
piedad con su recuerdo, pareciera que estoy mal, pero no hay placer mas
delicioso que su sonrisa encabezando mis monstruos.
Y cuando me ataca el odio al recordar esa basura de
“yo también te quiero” ahhh!!! El amor se me estrella en los ojos, lo escondo
debajo de mi cama y me digo, vaya tonta!, hay cosas que es mejor se terminen de
una puta vez y para siempre.
No soy perfecta, lo sé, pero al menos con él me
sentía completa. Así que seguiré esperándolo, porque él, acostumbra a llegar
siempre tarde.
Ya no necesito despertador desde que sé que no
estás aquí
Me despierto a cada rato, me pongo a pensar que tu
cuerpo descansa en otros brazos más débiles que los mios, en unos que no sabran
sujetarte los miedos como lo hice yo.
Y pienso mientras te imagino con ella, que pondrás
de fondo nuestras canciones y ojalá alguna frase de cualquier canción, te
recuerde que un día fui yo quien puso la banda sonora a tu vida.
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